Letras del tesoro inglés
De la A a la Z, los 27 nombres que dieron color a la Premier League 2013-2014. Escribo con pena.
A: Azpilicueta. Pertenece al género de los españoles que caen bien a Mourinho. Pero a diferencia de Arbeloa, éste si que es un lateral completo, fuerte y espectacular. Su año ha sido tremendo. Que se lo pregunten a Sterling.
B: Bale. Nadie ha conseguido hacerle olvidar. El Tottenham era el reflejo de un novio abatido por la pérdida de su amada. Se salvan las noches con Eriksen y el exotismo de Adebayor.
C: Coutinho. El futbolista de conducción fantasiosa que, por fin este año, pidió el balón y se despidió del pánico.
D: Deulofeu. Premio al jugador más chupón de la competición. Demostró tener condiciones de crack y futuras discusiones con Messi.
E: Everton. Equipo revelación. No terminó en Champions porque no acabaron de creérselo y por la vuelta de Ramsey. Roberto Martínez y sus hombres darán que hablar. Jovenes, talentosos y con ambición; como Barkley.
F: Fabio Borini. El intrépido delantero italiano del Sunderland tuvo mucha culpa en la salvación del equipo de Poyet. Pedazo de entrenador, por cierto.
G: Gerrard. Provocó el amor global hacia el Liverpool. Todos le acompañamos en su carrera hacia el título, que se vio interrumpida por un maldito resbalón. El capitán que toda madre quisiera tener. Temporadón.
H: Hazard. El mejor mediapunta del año en Europa. Hizo lo que quiso hasta que una lesión cortó sus alas. Potencial balón de oro. Isco en versión atlética.
I: Intriga. La que nos acompañó en toda la temporada. Cuándo descenderían Cardiff y Fulham, quién ganaría la Premier o cuándo cobraría vida el Newcastle post-Cabaye. Bendita y malvada intriga.
J: Jay Rodríguez. Jugador revelación. Encabezó el ataque del Southampton formando un trío delicioso con Lallana y Lambert. Delantero móvil, rápido y completísimo. Su padre jugó en el Depor.
K: Kun Agüero. Jugó una primera vuelta escandalosa y en la segunda alternó goles con lesiones. Pilar del City para acabar ganando la Premier. Los muslos más potentes del campeonato.
L: Lallana. Sweet Lallana. Su forma de correr es carismática y representa a su ciudad como nadie. Le visten con la camiseta del Liverpool y del Man U; seguirá regalando talento, pases y goles por donde acampe. Su año ha sido espléndido y el Mundial es el regalo.
M: Mourinho. El villano perfecto. Consiguió que los mediapuntas trabajasen y dejar al Liverpool sin el título. Acusado de hacer bullyng a De Bruyne y a Mata.
N: Nostalgia. La que sentiremos al no volver a ver a Giggs corretear por Old Trafford.
Ñ: De España. Epidemia de fútbol asociativo por las llanuras británicas. Gracias Arsenal, Everton, City o Southampton. Algo estaremos haciendo bien.
Ö: Özil. Premio al fichaje estrella. Wenger le trajo para que ilusionase a la afición más loser de los últimos años. Y lo hizo hasta que se le acabó la cuerda. Duró media temporada brillante en la que dejó a su equipo líder. La intermitencia y luz celestial del alemán de siempre. Construido para hacer florecer sueños, pero quizás no para cumplirlos.
P: Pullis. El culpable de la salvación del equipo más humilde de la competición. Autobusero. Edificó muros inescrutables que mantienen al Crystal Palace en Premier.
Q: Quilombo. Sustantivo que define a la perfección las defensas del Liverpool, Fulham, Tottenham, United, Cardiff y Norwich durante esta temporada.
R: Ramsey. Su lesión ahorcó al Arsenal. En sus buenos ratos es una versión mejorada de Cesc Fábregas. Futbolista impresionante. Primera vuelta exquisita.
S: Sterling. Premio al hombre más veloz. El extremo jamaicano del Liverpool mostró que con 19 años también se puede ser extremadamente determinante.
T: Tom Huddlestone. Prometió no cortarse el pelo hasta que no marcase un gol. Temíamos por su higiene, pero al final anotó. Además llevó en volandas al Hull City hacia una plácida salvación.
U: Uruguayo. O Luis Suárez. Premio al mejor jugador del año. Padece de hambre crónica y su voracidad destrozó a casi todas las defensas británicas. Potencial balón de oro. Se le olvidó aparecer en las grandes citas, pero seguro que se lo perdonan.
V: Vincent Tan. El empresario malayo que compró el Cardiff y jugó con él como si fuese un yoyó. El fútbol es innegociable.
W: Walcott. Representa la crueldad de las lesiones. Se rompió en su mejor momento y se perderá el Mundial. Si Ramsey, Hazard o el mismo Walcott no se hubiesen lesionado Pellegrini no sonreiría.
X: Xavi. El perfil de futbolista que el Man U quería fichar y necesitaba para no sufrir tal descalabro. Era Thiago, pero éste prefirió irse con papá.
Y: Yayá Touré. Absolutamente bestial. Exuberancia física y goleadora. El elefante marfileño merece compartir premio a mejor del año con Suárez.
Z: Zaha. Parecía otra operación exitosa del Manchester United, pero su caso fue tan decepcionante y patético como la temporada de los red devils.