Brasil, 2014

09.07.2014 11:40

Las 27 letras del abecedario y del Mundial. De la A a la Z. Hasta dentro de 4 años.

A: Alemania. Campeón, vencedor y asesino del anfitrión. Fundieron su competitividad enfermiza con el gusto por el balón y fueron imbatibles. Sólo los españoles logramos que su temible fórmula no triunfara, pero en esta ocasión no nos vimos. Ganó el mejor.

B: Benzema. Invadió Francia de sueños con su calor. Preciso, sabio, elegante. La solidaridad siempre es un valor positivo, predica Karim. Neuer y Hummels impidieron que llevase a su selección a nubes más altas. Anotó 3 goles, más 2 que no le quisieron conceder Blatter & Co.

C: Cristiano. Esclavo de sus ambiciones, llegó a Brasil con el corazón pero sin sus musculosas piernas preparadas. Ridículo, como su selección. No supieron potenciarle y falló más goles que Higuaín vendado.

D: Debacle. España cayó estrepitosamente. Del Bosque obsequió a la generación dorada con un regalo obligado y envenenado. No hubo ritmo ni fortaleza. Holanda y Chile nos pisotearon, hasta casi arrancarnos la estrella. Es el turno de Jesé y compañía.

E: Emoción. Las selecciones humildes arañaron a los gigantes con atrevimiento, provocando prórrogas y algún desmayo. Todos fuimos hinchas de Chile, Costa Rica, Colombia, Méjico y Argelia. Lucharon contra la desigualdad. Se vio en los marcadores.

F: Fracaso. El de Brasil y los combinados de Asia y África. Los anfitriones renunciaron a la improvisación, perdiendo la magia y la dignidad. Asiáticos y africanos quedaron lejos de europeos y americanos, los unos por falta de maldad y los otros por carencia de pausa.

G: Götze. Nuevo alemán. Bajito y respingón. De ideas y movimientos mediterráneos, protagonista en la transformación germana. Decisivo. El autor del gol más soñado, salió para ganar un Mundial. Mario.

H: Herrera. Magnífico centrocampista mejicano. Perfumó a su equipo con aire fresco y juvenil. Revelación. Coincide con el apellido de su seleccionador, el hombre de papada y sonrisa inmensa.

I: Inglaterra e Italia. Funcionaron como buenos restaurantes pero no como buenos equipos. Nos dejaron con ganas de más y no rellenaron del todo sus platos.

J: James. Que no Yeims. La sensación del Mundial. Resolutivo, guió a Colombia en todo momento. Fue como el café y como Shakira. Bota de oro a base de golazos. Sobresalió con el desborde, la pasión y su golpeo de zurda. Icono.

K: Keylor Navas. Imbatible. El mejor guardameta posible para la sorpresa del campeonato. Ayudó a Costa Rica a quebrantar barreras. Acusado de volver locos a Robben y Sneijder. Premio al portero más ágil bajo palos.

L: Leo. No pudo cumplir su sueño. El mejor en la fase de grupos. De lo celeste a lo terrenal. Incapaz de levantar su mundial para Argentina. Condenado a muerte por la prensa. Camino a ser un futbolista de jugadas y no de partidos. Todavía grita nuestro corazón cuando agarra el balón, sigue siendo sencillo. Nadie sabe si Messi volverá a ser de PlayStation.

M: Müller. El hombre del Mundial. El lobo de las medias bajadas. Corrió y corrió hasta vencer a todos sus rivales. Su mirada le delata en su locura por el triunfo, hiperactividad por ganar. Le entrego mi balón de oro, de más crédito que el que subasta la FIFA. Bota de plata.

N: Neuer. Abusivo. Se corona como el mejor guardameta del momento. El hombre que nunca tiembla, que salió de los límites de su portería para llegar al Olimpo. Un guardián contemporáneo, fruto del trabajo más duro y la personalidad más imponente. De los pies a la cabeza, guante de oro.

Ñ: De saña. Los alemanes acariciaron el cielo ensañándose con la selección brasileña. La goleada más histórica de los mundiales. El 1-7. Cuando Khedira y sus colegas atropellaron a la pentacampeona en su propia casa, con las luces encendidas y delante de su familia. 

O: Ostracismo. El de Luis Suárez, por vestirse de Drácula y morder a Chiellini. La FIFA le permite comer, ver la tele y hablar de fútbol. Y jugar a la Play.

P: Pitbull. Lejísimos del waka waka de Shakira. Ni echando mano de Jennifer López pudo superar el éxito de la colombiana con su canción en el pasado mundial.

Q: Quieren. Los estadounidenses ya quieren. Klinsmann y sus hombres han hecho estallar la pasión por el fútbol en la tierra del baloncesto. El deporte rey mundial comienza a movilizar masas y las escuelas preparan a los acompañantes de Julian Green para el próximo mundial. Cuidado.

R: Robben. El rey de la velocidad y la conducción. Se vengó de España pero no alcanzó la final. Vestido de naranja, fue violento y afilado, encabezó a una Holanda que pronto será de Blind y Depay. Ni se lesionó.

S: Silva. Thiago y David. Thiago estuvo imperial, sosteniendo a Brasil y llevando a David Luiz por el buen camino.  Quería robarle el balón hasta al portero contrario, y Velasco Carballo le tuvo que sancionar. David, en cambio, decepcionó. Se le esperaba y ni se asomó.

T: Toni Kroos. Con 24 años, un Mundial y una Champions. Además es muy bueno y Floren le ha elegido para el mediocampo del Madrid. Aunque el señor Pérez puede sorprendernos con una oferta por el combinado alemán al completo, ya le conocemos. No tan brillante como en las portadas del Marca, pero Ancelotti se trae a un jugadorazo.

U: Único. Así es Scolari. Un entrenador disfrazado de párroco o un párroco disfrazado de entrenador. El capitán de la protesta y las quejas. Sus charlas técnicas eran oraciones al Cristo de Corcovado. Amarró y amarró, confiando en que Neymar hiciese magia entre tanto rezo. Filipe, Miranda y Coutinho le mandan saludos.

V: Vertonghen. De lo poco salvable de una Bélgica fantasma. Su recurso fueron los balones largos a la ex cabellera de Fellaini. Muchos nombres y poco equipo. Decepción.

W: Willy Caballero. A Sabella le llovía su nombre día tras día y resultó que su elección fue la correcta. Pero se dejó a un apache en tierra, que viendo el estado de Higuaín, del Kun y de Palacio... Con Di María y un doble de Mascherano quizás los argentinos serían campeones.

X: Xhaquiri. El futbolista más achatado del Mundial. Potente hasta reventar. El nacido en Kosovo hizo hat-trick y encaminará a la diversificada Suiza a conseguir grandes retos.

Y: Yobo. Central nigeriano que cumplió con nota en todos sus partidos. Las águilas africanas intimidaron a Francia y Argentina, demostrando ser los vigentes campeones de su continente.

Z: Zúñiga. Verdugo de Neymar. Más odiado en Brasil que Oleguer en Barcelona. Aparte de herir al astro brasileño jugó un Mundial notable.