Henrikh Mkhitaryan es mi jugador de la pasada jornada en Bundesliga. Anotó dos excelentes tantos frente al Werder Bremen y su contribución fue decisiva para la victoria del Dortmund por 5-1 ante el ex equipo de Ozil y Diego Ribas.
Nació en Armenia y se forjó como futbolista en el atractivo Shaktar Donezst de Ucrania, respirando perfume carioca durante tres exitosas temporadas. Ahora, con 24 años recién cumplidos y el diez a la espalda, defiende el negro y amarillo del Borussia Dortmund. Físicamente es un hombre fino y ronda el 1,80. Fue el elegido por Klopp para suplir a Mario Gotze, es un mediapunta talentoso y con mucho gol. Su especialidad es la conducción de balón, melosa y frugal, vertical y profunda. Uno de los mejores del mundo en este apartado. Muy técnico y de depurados movimientos, aunque sufre con frecuencia el síndrome del mediapunta. Le falta adquirir mayor impacto sobre partidos ásperos, destaca al contragolpe. Su diestra es letal, como ya pudimos comprobar este finde semana. Nos mostró dos registros de disparo que maneja a la perfección: potente y seco (primer gol) y aterciopelado y suave (segundo gol). El armenio con cara de inocente, Mkhitaryan.
